SERGIO IZQUIERDO/GOLSPORT MEDIA La historia interminable. Otra vez en Mestalla se volvió a ver la misma película que perfectamente podría titularse "un equipo sin alma", son ya tantos partidos que los de Djukic saltan al campo sin ninguna tensión, deambulando, jugando a ralentí que, aunque en este partido no hubiera nada en juego hubiera venido perfecto dar una buena imagen de cara a coger moral para llegar al Vicente Calderón con buenas vibraciones, pero visto lo visto que Dios los pille confesados.

Las únicas conclusiones positivas que pueden sacarse del partido de ayer tarde las protagonizaron dos jugadores valencianos y de la cantera, José Luis Gayà y Paco Alcácer. El primero que debutaba esta temporada con el primer equipo no defraudo, dejando un recadito a Guardado, y una vez dejados atrás los nervios iniciales, el futbolista de Pedreguer que estuvo arropado por su gente, dejó muy buenas sensaciones cómo luego expreso Miroslav Djukic en la sala de prensa.

Por su parte Paco Alcacer como viene siendo habitual se vació en el terreno de juego, solamente le bastaron unos minutos en el campo para poner el 1-0 en el marcador y seguir demostrando que ahora mismo está o debería estar por encima de Helder Postiga, que sigue en caida libre después de un buen inicio de campaña.

Pero lo más preocupante de todo es que el equipo sigue dando la sensación de no creer en el estilo que Djukic quiere inculcar, el serbio lleva 6 meses intentando conectar con la plantilla, dotarla del carácter que en un principio se le presumia al entrenador balcánico. El crédito del entrenador hace tiempo que se agotó, bien es cierto que no toda la culpa se le debe echar al entrenador, esta plantilla no ha sido capaz de ganar en casa al noveno clasificado de la liga rusa.

Los Postiga, Pabón, Míchel, Banega siguen dejando patente el porque de su suplencia, el día de ayer brindaba la oportunidad idonea para que este perfíl de jugadores dieran un puñetazo en la mesa y le dijeran al míster que no sólo tiene once jugadores en los que confiar, pero visto lo acontecido pocos minutos importantes van a disputar estos jugadores durante la temporada.

Y el domingo espera el Atlético de Madrid, la antítesis total de este Valencia, un equipo que es todo coraje, alma, corazón, empuje, confianza. Llámenlo como quieran  pero Simeone ha sabido transmitir perfectamente a sus jugadores lo que el cree que debe ser un equipo, así como el era de jugador, un bregador nato, lo son sus jugadores y además los ha mentalizado de que si se lo creen pueden ganar a cualquiera. Más le vale al Valencia salir al Calderon al 120% por que sino la humillación puede ser apoteósica.