Vicente, a pesar de haber nacido en Torrente, no sería ahí donde daría sus primeras patadas al balón, pues lo hizo de manos de su padre, quien ocupaba el cargo correspondientre al director deportivo en el Paiporta CF. Ahí fue donde empezaría a quemar etapas y jugar más y más partidos. Más tarde su padre terminaría firmando en lo que sería el primer E1 Valencia, que para entonces se situaba en Godella y se llamaba Epla. Obviamente al pqueño Vicente no le quedaba otra que ir detrás y continuó su etapa formativa allí. Su padre, debido a que fueron los dos últimos clubs en donde había trabajado y dirigido, fue una figura de suma relevancia en lo que iba a ser la fusión entre el Epla y el Paiporta, lo que les llevó a la creación del E1 Paiporta. Mencionar que este suceso no suposo un gran vuelco en la vida de Vicente puesto que para entonces ya vivía en Paiporta.
Vicente (según ha querido remarcarnos él) tuvo la suerte de debutar en Infantil Autonómico, hecho que desencadenaría que Paco Gómez decidiera llevarlo a jugar un amistoso con el Real Madrid. Este partido lo recuerda con mucho cariño, bien sea porque eran todos infantiles de segundo año y el rival , el Real Murcia, casi juveniles o bien sea por las palabras que le dijo Paco, persona la cual recuerda con gran añoranza que le dejó en claro lo siguiente: "Vicente, no te vas a quedar, esto es un premio por la temporada que has hecho. Disfruta de verte con la camiseta y el escudo, pero nada más". El propio Vicente explica como esto le hizo liberarse de presión y salir a divertirse y disfrutar del momento que ponía fin a una temporada de ensueño. Quién sabe si en gesto de humildad, Vicente también explica que el viaje que hizo acompañado de su mejor amigo, "el mediocentro estrella" David Ruiz, fue todo gracias a él, ya que fue quien hizo que fueran a verlos jugar y se llevaran a ambos, aunque solo él acabaría quedándose.
¿Cómo llega un chico de pueblo al Real Madrid?
Con mucho trabajo, esfuerzo y humildad. Aunque al fin y al cabo la envidia aflora hasta en los lugares más recónditos, y para Vicente no iba a ser menos. Tuvo que aguantar de una forma u otra los tópicos sobre ser el hijo del director deportivo de la escuela. Aunque lo tiene claro, nunca le benefició en nada, únicamente era talento y ganas de jugar a fútbol. Ahora eso sí, les agradece a aquellos envidiosos que pagaban sobre él sus frustaciones por haberlo motivado más.
¿Cómo afecta a su vida su trabajo actual?
Muy positivamente, y todo por supuesto por habérselo trabajado duro, creando su propia empresa logrando trabajar así para una empresa que le tiene muy buen trato. Vicente es consciente de que no tiene un trabajo común, prueba de ello es que se despierta siempre con la ilusión de saber que va a "educar" (en la medida de lo posible) y enseñar a una generación de futbolistas, tanto chicos como chicas, para que aprendan lo máximo y se acerquen un poco más sus sueños, a base de buenos valores.
