domingo 06 octubre 2024
Vargas enchufa a un frío Valencia y deja la eliminatoria prácticamente sentenciada

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Vargas enchufa a un frío Valencia y deja la eliminatoria prácticamente sentenciada

20/02/2014

SERGIO IZQUIERDO/GOLSPORT MEDIA Los de Juan Antonio Pizzi sellaron prácticamente su pase a los octavos de final de la Europa League tras su victoria 0-2 frente al Dinamo de Kiev, en un partido muy frío y con un ritmo muy lento, en el que el ambiente del estadio GSP de Nicosia tampoco invitaba al espectáculo y en el que la figura de Eduardo Vargas sobresalió para cambiar por completo el partido y darle un aire nuevo a su equipo que gracias a su intensidad y agresividad pudo traerse a Mestalla un 0-2 que deja la eliminatoria en un mero trámite.

El Valencia saltó al cesped del GSP stadium con un once totalmente novedoso en esta temporada. Sobre el papél, Juan Antonio Pizzi salió con un 4-3-3 en el once titular, con Javi Fuego, Parejo y Keita en el "trivote" del centro del campo, Míchel Herrero y Jonas por ambas bandas y Paco Alcácer en punta. Con este dibujo, el técnico argentino pretendía montar un enjambre en el centro del campo con la idea de dominar la posesión, poco a poco ir encerrando en su campo al conjunto ucraniano y a base de paciencia y con posesiones largas ir creando peligro.

Pizzi planteó un equipo diferente cuando tenía la pelota y otro cuando tenía que defender. Defendiendo, el Valencia pasaba a un 4-2-3-1, en el que Parejo se escoraba en banda izquierda y Míchel o Jonas en la derecha para tapar las subidas de Lens y Gusev. Cuando el conjunto blanquinegro era quién comenzaba el ataque se volvía al 4-3-3 inicial con falsos extremos. 

Durante el primer cuarto de hora el Valencia no terminó de encontrarse cómodo con este sistema, con tantos jugadores acostumbrados a jugar por dentro, a menudo se embozaba la parte central del campo y la circulación se tornaba demasiado espesa, muy horizontal, tan solo con las subidas de Joao Pereira y Bernat se consiguia desatascar un poco el juego.

Poco a poco el Valencia comenzó a hacerse dueño y señor del partido, la presión realizada por los de Pizzi desquiciaba a un Dinamo que se limitaba a quitarse el balón de encima y devolver rápidamente el balón al rival, pero los blanquinegros no conseguían crear peligro. 

Parejo y Míchel que estuvieron bastante activos durante toda la primera mitad, encontraban constantemente espacios a la espalda de la pareja de pívotes del conjunto ucraniano, pero no estuvieron finos a la hora de dar el último pase, y el Valencia lo notó al no crear ninguna ocasión en toda la primera mitad.

Al término de los primeros 45 minutos se llegó con el 0-0 inicial. El Valencia dominó por completo la primera mitad pero ese dominio no se tradujo en ocasiones, a pesar de los buenos desmarques de Alcácer que lo intentó constantemente. 

Saltó el Valencia en la segunda mitad un poco frio, con muy poco ritmo, pero el partido no invitaba a otra cosa, en un estadio vacío y desangelado daba la sensación de que no se estaba jugando una eliminatoria europea, sino más bien un entrenamiento con público.

Echaba un poco en falta algo de agresividad y velocidad para darle otro aire al conjunto valencianista y Pizzi no tardó en reaccionar y antes del primer cuarto de hora, quitó a Alcácer para dar entrada al chileno Vargas para intentar meter una velocidad más al juego de su equipo. 

No tardó mucho en notarse la entrada del rápido delantero chileno, al poco de entrar al terreno de juego a punto estuvo de abrir el marcador con un cabezazo en el que tras un rechaze en un disparo de Keita desde la frontal, Jonas colgó con la izquierda y el testarazo del chileno obligó a lucirse al portero del Dinamo que acababa de entrar en el partido sustituyendo a Shovkovsky que se retiró lesionado.

La ocasión dió alas al conjunto valencianista que ahora si le estaba dando velocidad al juego y comenzaba a dar sensación de peligro, pero faltaba plasmarlo en el marcador. Pizzi, al ver como su equipo dominaba por completo al conjunto ucraniano, dió entrada a Feghouli consciente de que pasaban los minutos y se estaba perdiendo una ocasión de oro para marca fuera de casa y meter un pie en la siguiente ronda.

El Valencia seguía rozando el gol y a punto estuvo de conseguir el premio si no es por el guardameta Rybka, que tras salvar tres ocasiones prácticamente consecutivas, especialmente una mano a cabezazo de Keita, y se erigió en el salvador de su equipo.

Vargas cambió el partido

El chileno estaba siendo un auténtico torbellino, su agresividad e intensidad estaban metiendo en problemas a la defensa ucraniana que no sabía que hacer para intentar detener a Vargas. Y como no podía ser de otra manera, el chileno fué quién por fin consiguió abrir la lata y tras el enésimo corner votado por Parejo, Vargas cabeceó al primer palo y rompió el 0-0 inicial.

El gol dejó KO a los ucranianos que a punto estuvieron de encajar el 0-2 pocos minutos después, con otro cabezazo de Vargas que llegando desde atrás estrelló el balón en el poste cuando ya se cantaba el gol. 

Los minutos seguían pasando y el partido se estaba poniendo para que el Valencia metiera el segundo y sentenciara la eliminatoria, pero los minutos pasaban y los de Pizzi no conseguían poner la puntilla a un Dinamo que estuvo mucho más flojo de lo que se esperaba. Ya en el tiempo de descuento y con el partido completamente roto, en un contraataque por banda derecha, Joao Pereira en una de sus continuas subidas puso un balón atrás para que Feghouli, con un poco de fortuna, pusiera el 0- 2 definitivo con el que se llegó al final de los 90 minutos.

En definitiva, Vargas revolucióno a un Valencia un poco frío y dió una auténtica exhibición de como cambiar el ritmo de juego de un equipo. Con este 0-2, los de Pizzi meten pie y medio en los octavos de final y el partido de vuelta en Mestalla se prevee un paseo a la espera de conocer a su próximo rival que saldra de la eliminatoria entre Lazio - Ludogorets.



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