SERGIO IZQUIERDO/GOLSPORT MEDIA El Valencia remonta "in extremis" gracias a un gol del central Ruben Vezo, en un partido que ya veía empatado y que hubiese supuesto prácticamente decir adiós a la posibilidad de volver a la Champions.

Saltaba el Valencia al cesped de Mestalla conocedor de las victorias de Athletic, Real Sociedad y Sevilla, que le obligaban a sumar los tres puntos si no quería decir casi adiós a la posibilidad de volver a la Champions y descolgarse del grupo de equipos inmersos en la lucha por la Europa League.

Tras el "experimento" que propuso Pizzi en el partido del jueves en Nicosia, el técnico argentino volvía a su planteamiento habitual con la gran novedad de la titularidad del central portugués Ruben Vezo. El partido comenzaba con el guión previsto, un Valencia controlando la posesión y el Granada bien resguardado esperando su oportunidad para salir a la contra e intentar sorprender al conjunto valencianista. Tras unos primeros minutos de claro dominio blanquinegro, llegó la primera jugada polémica del encuentro, Bryan Angulo no calculaba bien para despejar de cabeza y tocó el balón con la mano dentro del área, penalti clarísimino que el colegido no señaló ante la insistencia de Feghouli que seguía la jugada.

Con el paso de los minutos el Granda comenzaba a dar algún que otro aviso al Valencia con algunas llegadas casi siempre iniciadas por Brahimi o Piti que estuvieron muy activos durante toda la primera parte. Precisamente el mediapunta catalán ex del Rayo Vallecano en una gran jugada personal en la que se quitó de encima a Keita y Javi Fuego, dió un buen pase para que Recio dentro del área defendida por Diego Alves disparara pero su chut fué cortado por una oportunísima segada de Barragan. 

Los de Pizzi daban la sensación de tener el equipo un poco partido, Vargas estaba muy solo arriba y no se conseguía triangular por el centro. Al no ver claro el juego por el centro, el Valencia decidió aprovechar su velocidad por las bandas, sobretodo con un ultraofensivo Antonio Barragán que dobló a Feghouli en incontables ocasiones. Por la banda contraria Bernat y Fede también creaban sensación de peligro, sobretodo en las botas del lateral que puso más de un buen centro al área pero no encontró rematador.

Los únicos disparos a puerta del Valencia en la primera parte no se produjeron hasta pasada la media hora de juego. En un magistral jugada de Parejo que dejó sentado a Fadua con un autopase y después de deshacerse de otro contrario, cedió la pelota a Barragán para que este de primeras la dejara atras y Fede, desde la frontal del área, disparará con potencia pero muy centrado, al minuto siguiente el mismo Fede se atrevió de nuevo desde fuera del área pero su disparo lo detuvo sin muchos problemas Roberto.

Al descanso se llegó con el 0-0 inicial, en una primera mitad en la que ambos conjuntos se cedieron el control de la pelota aunque el conjunto local tuvo más iniciativa, pero no se llegó a crear ninguna ocasión clara de gol. 

No podía comenzar de peor forma los segundos 45 minutos para el conjunto valencianista. En un balón centrado al área sin ningún peligro, Javi Fuego en un grave error dejó la pelota "muerta" con el pecho y se la entregó a Piti que sin esperarselo se encontró un pase perfecto y de volea abría el marcador.

El gol ponía muy cuesta arriba el partido y además el Valencia seguía sin terminar de crear verdadero peligro. Pizzi consciente de la situacíon, retiró a Keita por Paco Alcácer en un cambio que era toda una declaración de intenciones, no se podían escapara los puntos de Mestalla. Poco a poco el Valencia iba encerrando en su área al Granada que se limitaba a estar bien replegado y esperar algún error del rival para salir rápido al contraataque.

No tardó mucho el técnico argentino en realizar la segunda sustitución, Jonas saltó al cesped sustituyendo al chileno Eduardo Vargas que estuvo muy desasistido durante los minutos que estuvo en el campo. La sensación de peligro era cada vez más intensa, Parejo había vuelto a su posición natural y el equipo lo notó, pero el auténtico dolor de cabeza para la defensa granadina fué sin duda Antonio Barragán, el lateral derecho estuvo incansable durante todo el partido, y en una de sus subidas conectó con Feghouli que puso un balón al punto de penalti para que Alcácer en posición dudosa, se adelantase a su marcador y con un toque sutil conseguía batir a Roberto y volver a poner las tablas en el electrónico. 

El gol espoleó a los locales y se volcaron descardamente a por el segundo conocedores que el empate era una derrota. Pizzi echaba toda la carne en el asador con la entrada de Míchel que sustituyó a Fede que no tuvo su mejor partido. Los minutos iban pasando y al equipo se le empezaba a notar ansioso por ver que se le escapaban 2 puntos vitales y comenzó a cometer errores víctima del nerviosismo. 

Pero cuando ya se cumplía el tiempo reglamentario, en una falta lateral botada por Parejo, llegó la locura a Mestalla. El de Coslada colgó la pelota y tras ser peinada por un jugador del Granada, el balón cayó en los pies de Ruben Vezo que de primeras empujó el balón a puerta vacia y conseguía darle la vuelta al marcador.

Con esta sufrida victoria los de Pizzi todavía mantienen vivas sus opciones europeas y siguen confirmando su buen momento.