Este Valencia navega a la deriva. 6 puntos de 15 posibles y el gabinete de crisis ya se ha abierto. Lo ocurrido en Cornellà fue más que un fiel reflejo de lo que viene siendo el VCF en partidos anteriores. Un equipo que no sabe hacia donde tirar. Nuno no ha dado con la tecla. En cada alineación vemos sorpresas.

Ante el Betis no cuadraba la suplencia de Gayà y ante el Espanyol el dejar fuera de la convocatoria a un jugador como Mustafi sin razones no hay por dónde cogerlo. Eso no es todo, faltaba la guinda: Un once sin delanteros. El Valencia solo lleva 2 goles (Negredo ante el Deportivo y Alcácer en Gijón) en 5 partidos. Las ocasiones brillan por su ausencia...el panorama estaba más para jugar con dos delanteros que con uno. Pues nada, Nuno se permitió el lujo de sentar en el banquillo al de Torrent y al de Vallecas. Rodrigo era el '9' fantasma. Un jugador que no ha demostrado ni la mitad de lo que se ha abonado por el. Los números no engañan. El pasado curso, 4 goles en toda la temporada.

A Nuno le vienen los primeros problemas gordos. El equipo no juega a nada. “Damos y tenemos malas sensaciones”, decía Javi Fuego nada más acabar el partido. La afición ya ha perdido la paciencia. Ni una victoria el próximo viernes ante el Granada consuela. La musica de viento seguirá si de San Mamés (visita de armas tomar) el equipo vuelve de vacío. Ahora es cuando más salen a la luz las carencias del pasado. Antes, estaba Otamendi para desatascar partidos a balón parado. Lo mismo hacía Mustafi. Y con goles de los centrales se llegó a la Champions (no vamos a menospreciar el de Alcácer en Almería). Ahora, ya no hay estrategias. Al menos de momento,

El Valencia no sabe a qué juega y da la impresión de que esta pretemporada no se ha acertado. Jakson Martínez, Vieto, Griezmann y Torres. Ese es el ataque de nuestro rival directo: el Atlético de Madrid. Aquí, miras tu ataque y tienes que poner los ojos en el banquillo para ver a Alcácer y Negredo. Jugó Danilo Barbosa y Santi Mina gozó de minutos. Dos 'fichajes' impuestos cuya participación en el equipo se avecina escasa. En el fútbol se vive del presente.