PLAZA DEPORTIVA. Amadeo Salvo no quiere destituir a Miroslav Djukic. El máximo mandatario valencianista, que se encuentra en China donde mantiene reuniones conJinko Solar y el dueño de Dalian Wanda, se negó en la noche de ayer a tomar la decisión en caliente de destituir al técnico valencianista pese a la dolorosa derrota ante el colista, UD Almería, en Mestalla.

Salvo es consciente de que ha llegado el momento de cambiar cosas. Prácticamente toda su gente le aconseja que cambie el entrenador. Sin embargo, al presidente no le frena para destituir al técnico sus palabras en las que aseguró que el serbio seguiría hasta el final de temporada. Al máximo mandatario le duele tener que finiquitar al entrenador cuando él piensa que realmente son los futbolistas los que no están queriendo dar más de lo que dan.

El presidente cree que la plantilla no está dando el rendimiento que debería y que en muchos casos es más por dejadez que por incapacidad del entrenador para sacarles ese rendimiento. El propio Salvo le dijo el pasado lunes en el vestuario que pensaba que antes de "echar" a Djukic "echaría" del equipo a alguno de los futbolistas. Además, Salvo es consciente de que si destituye al técnico tendrá que afrontar un despido alto, más de dos millones de euros, y eso es ahora mismo un problema añadido.

Igual que es un problema la búsqueda de un nuevo inquilino para el banquillo valencianista. Hay se le abre otro interrogante al presidente. No sería muy entendible que el próximo entrenador lo eligiera el director deportivo que ha errado con Djukic.

El consejo de administración ha perdido toda la confianza en el entrenador y ayer así se lo transmitió la directiva al presidente a través de Cervera, que mantuvo una conversación telefónica con el presidente nada más acabar el partido. La dirección deportiva por su parte ya llevaba semanas defendiendo la necesidad de un cambio de rumbo en el banquillo. El distanciamiento entre Braulio y el propio entrenador ha sido evidente en las últimas semanas.

El técnico serbio se ha quedado prácticamente sin apoyos. Sus futbolistas no se creen su discurso futbolístico y hay varios jugadores de la plantilla ansiosos de que haya un cambio en el banquillo. Eso sí, el presidente se negó a tomar una decisión en caliente. Una decisión que le aconsejó anoche todo su consejo de administración y la dirección deportiva.

Por su parte Djukic está hundido. El preparador aseguró anoche a sus íntimos que sabe que tiene más de un pie fuera de la entidad. El técnico apareció abatido en la sala de prensa y así es como está sin fuerzas para sacar la situación adelante, pese a que dijo lo contrario.

Amadeo Salvo se aferra a su entrenador, quiere darle una nueva oportunidad. Está convencido de que será capaz de darle la vuelta a la situación. Sin embargo, el tiempo se agota y si el próximo domingo en Getafe el equipo no reacciona, el presidente tendrá que acceder a la petición de su consejo, que es partidaria de cambiar al técnico.