Ryan ha sido el elegido para reforzar la portería ante la sorpresa de la afición valencianista, que vuelve a quedarse con la miel en los labios. El fichaje de 'relumbrón que esperábamos no ha cristalizado. Todos creíamos que a la tercera sería la vencida en lo que se refiere a la llegada de un jugador top, de los que venden camisetas e ilusiona al seguidor fiel. Sin embargo, la realidad ha sido bien diferente.

Falcao no aterrizó. Lo hizo Santi Mina. Jackson Martínez también se esfumó. Se contrató a Danilo Barbosa y a Bakali. Ahora, se pensaba en Sirigu y Valdés, pero el elegido ha sido Ryan. El australiano reúne unas características innegables que le auguran un futuro prometedor. Buenos reflejos, hábil en el juego aéreo, éxitoso manejo con los dos pies...por algo ha sido designado en las dos últimas temporadas como mejor guardameta de la Jupiter League. El Liverpool lo tuvo en el punto de mira. No es causalidad. La apuesta puede salir bien, pero se esperaba otro nombre. Un fichaje mediático con cartel (Valdés y Sirigu lo tenían) que no llegó ni llegará. Al parecer, las cuentas no dan para ello. El pasado verano se hizo una gran inversión y Negredo fue el refuerzo bomba. Y ahora, con los contínuos rumores (verdaderos en muchos casos) de futbolistas con cartel para reforzar al equipo, se ha generado cierta desilusión y confusión al ver que existen diferencias entre lo que se decía que iba a venir y lo que realmente ha venido. Y vaya por delante que los Santi Mina y compañía están llamados a dar muchas alegrías en Mestalla. Calidad no les falta.

Definitivamente, el Valencia se vuelca en jugadores jóvenes y con proyección. Una política aceptable, pero diferente a lo que se le ha transmitido al aficionado. Y queda la sensación de que no existen las suficientes garantías para competir contra los grandes de Europa. Da la impresión de que los Santi Mina, Bakali, Barbosa y Ryan no son suficiente pese a la calidad de todos ellos . Falta un líder, un futbolista mediático. De esos de los que, con solo escuchar su nombre, te haces de respetar. De esos que juegan dos partidos: uno en el campo y otro fuera.