PEPE RODRÍGUEZ / GOLSPORT MEDIA Dicen que el fútbol no entiende de memorias. Mourinho pasa por su peor momento en un banquillo desde que es entrenador. Su Chelsea coquetea con el descenso en la Premier y tiene un ultimatum en el partido del próximo fin de semana contra el Liverpool. La eliminación copera ante el Stoke tiñe de negro su panorama. Abramovich duda de él por la presión de la grada y la dinámica blue,...pero para finiquitar al luso hay que pensarlo mucho.

El Chelsea está a un mundo del liderato. A 11 puntos. No obstante, bien sabido es que en una Liga tan cargada de partidos como la Premier, donde se acusa la concatenación de jornadas en las fechas de Navidad, los equipos grandes suelen tener bajones. Manchester City y Manchester United sufrirán baches. Y ahí estará la oportunidad de los blues para meterse en la pomada. Eso sí, ya no hay margen de error.

Mourinho, pese a que el Chelsea lleva el peor inicio de Premier de su historia y no juega a nada, merece un voto de confianza. Sus temporadas siempre van de menos a más. Y su palmarés está al alcance de pocos. Dos Champions Leagues desde la modestia dirigiendo a Oporto e Inter le catapultaron a la fama. En el Real Madrid supo a poco su título de Liga con 100 puntos, la Copa del Rey ganada al Barcelona y la Supercopa. Mucha culpa tuvo la exigencia de Florentino, que desconoce la tradicional frase de “la avaricia rompe el saco”. En su primer año en Stamford Bridge se hinchó a Ligas y a Copas. Ahora, Mou está contra las cuerdas. Muchos aprovechan para machacarle. ¿Envidia?¿Rencor?. Los números no engañan. Por club que pasa, vitrinas engrosadas. Y las verdades ofenden.