HÉCTOR DE LA VEGA/GOLSPORT MEDIA. Ya solo queda uno de la pretemporada de Olivas, ya solo queda Héctor Rodas  y Juanfran de la plantilla que hizo el milagro del ascenso. Tras la salida de Pallardó, el "Kaiser" del cabañal es el último resquicio que queda en esa plantilla plagada de nacionalidades que comenzaron el Olivas y que ahora está compuesta de jugadores que irán con sus selecciones al mundial de Brasil.

Uno se pone a recordar momentos con los jugadores y solo se le esboza una sonrisa y un buen recuerdo de todos ellos, porque, siempre diremos que está fue una de las mejores plantillas en cuanto a corazón se refiere y en cuanto al conjunto unido por un mismo objetivo, conseguir lo imposible. Ahora uno cierra los ojos e intenta recordar todos los nombres y te salen solos y de carrerilla, pero no unos cuantos jugadores sino, te salen todos, ¿por qué será?, jugadores con el espíritu competitivo que rompieron las barreras del presupuesto altísimo de otros equipos que estuvieron “primando” para que el Levante UD no llegará a donde llegó. Quien no recuerda la parada de Manolo en Cartagena, o el golazo de Xisco en el Ciutat o el debut con gol en la última jugada de Jordá.

Los momentos pasaron y ahora el equipo que un día fue más humano que cualquier equipo profesional está casi en vias de extinción y solo un jovencísimo Rodas que con 21 años estaba siendo uno de los mejores centrales del equipo sigue en el club ya que Juanfran llegó en enero. El destino no ha colocado en la primera división desde entonces, hemos jugado Europa hemos conquistado grandes estadios, pero nunca olvidemos donde comenzó toda la gesta de estas temporadas en primera, quienes fueron los artífices de ello.

Yo viví muy de cerca esa temporada, muchos vivisteis conmigo  esa temporada, uno se acuerda de la aficionadas como Maru  y Mari Carmen y recuerda orgulloso ese equipo que se volcó con la afición y que nunca hizo un mal gesto a la grada, una afición que fue el verdadero numero 12 ese año. Uno recuerda con lagrimas en los ojos el momento del ascenso, de cómo todos nos abrazamos en la fuente, de periodistas como Ayats y El Maestro Benavent destrozando las ondas con sus alaridos por el gol de la victoria y como una ciudad con mayoría valencianista se convertía en una bandera granota. Bien pues de ese sueño solo queda uno, y ese uno es Héctor Rodas, el es ahora nuestro “último mohicano”.