miércoles 09 octubre 2024
Intento de atraco frustrado: Mestalla es de Champions

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Intento de atraco frustrado: Mestalla es de Champions

25/08/2015

La gloria es del Valencia. Ni el concierto de pito de Nicola Rizzoli llevó a la lona al conjunto de Nuno. Una auténtica tortura con final feliz fue en lo que terminó convirtiéndose la travesía blanquinegra por el Louis II. Tocó sufrir y luchar contra los elementos. Dos goles ilegales y seis minutos de descuento. Una auténtico disparate. Solo faltaba el penalti en contra. Con todo, el barco salió a flote y los de Mestalla estarán en la fase de grupos.

 

Las quejas de la actuación arbitral en la ida dieron el efecto esperado. Jardim y sus jugadores, tanto en sala de prensa como usando las redes sociales, lloraron lo que no está en los escritos. Una fórmula para marcar de antemano el primer gol en el partido de vuelta. Pero Negredo se les había adelantado. El 'Tiburón', titular inesperado, se sacó de la chistera una obra de arte que valió su peso en oro para la clasificación y para recobrar la confianza. Con el de Vallecas en estado de gracia no hay debate. La pegada del Valencia es descomunal. Negredo levantó la cabeza y picó de forma sutil el cuero por encima del portero. Parte del trabajo estaba hecho. El 0-1 era un jarro de agua fría para el Mónaco, deslavazado y con escasez de recursos. Sin Moutinho, la medular cojea y la creatividad brilla por su ausencia. Y así todo era más fácil. El sufrimiento blanquinegro era mínimo hasta que Rizzoli pasó por alto una falta de Bernardo Silva sobre Gayá que terminó en el 1-1 de Andrea Raggi.

 

Intentó la escuadra de Jardim imprimirle mayor velocidad al juego a vuelta de vestuarios. El ida y vuelta propuesto por los anfitriones chocaba con las pausas que ponía Javi Fuego, que se vació. Mención especial merecían también Vezo y Mustafi. El central portugués secó a Martial. Enorme su partido. Una falta sin aparente peligro dio pie al tanto en fuera de juego de Elderson. De nada sirvieron las protestas. La realidad era que el Mónaco se había metido en la eliminatoria con dos goles ilegales y sin hacérselo pasar mal al Valencia.

 

Se abrió el telón de la agonía. Tales descalabros arbitrales resultaban difíciles de digerir. El Mónaco rozaba la remontada espoleado por las ayudas del colegiado italiano y por el complejo nivel anímico de su rival. Ejercicio de sangre fría, de saber sufrir y de armarse de paciencia. Esa era la receta que debía cocinar el Valencia para sujetar las embestidas finales. El balón ya quemaba en los pies, pero benefició la escasa claridad de ideas de su rival. La altura de Carrillo y las segundas jugadas emergían como las principales amenazas. Los seis minutos de descuento sonaban a burla. A otra maniobra a favor de los de casa, que ni por esas. El Valencia estará en la Champions con total merecimiento y tras luchar contra los elementos. Y Negredo pide paso.



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