Pepe Rodriguez / Golsport Media. Qué el verano son fechas de idas y venidas no se le escapa a nadie. La buena temporada que ha realizado el Valencia, y en especial sus dos centrales, no pasa desapercibida. A Mustafi no le faltan pretendientes. Se lo ha ganado con su actitud en el campo. Clubes de relumbrón en el panorama internacional, entre ellos el Real Madrid, lo tienen en mente. Lo que pueda suceder con el alemán de aquí al cierre del mercado de fichajes es una incógnita, pero su actitud es la digna de un profesional del balón. Todo lo contrario que la de su socio en la retaguardia, que utiliza a su representante para meter presión y le dejen cambiar de aires.

"Me honra el interés de otros clubes, pero me debo al Valencia". Estas fueron las declaraciones de Mustafi a un rotativo alemán. Todo un ejemplo de profesionalidad, humildad y honradez pese a su juventud. Pasará lo que tenga que pasar, pero el alemán no muerde a la mano que le da de comer y se muestra agradecido al club que le ha brindado la posibilidad de progresar en su carrera futbolística. Al jugador se le ve comprometido y lo demuestra en sus primeros entrenamientos de la pretemporada. Ni un gesto de desidia y ni una palabra en la que allane su camino de salida. 

No sucede lo mismo con su pareja de baile en el eje de la zaga. A Otamendi se le ha olvidado que su salida vale 50 millones de euros. El portugués no está contribuyendo a que haya una relación fluida entre las partes para que, llegado el caso, se acepte su adiós por un precio más bajo. Las contínuas declaraciones de su agente (bajo su autorización) afirmando que el futbolista no va a volver más a Valencia han incendiado Mestalla. Y todo esto dice muy poco de Nicolás, que está tirando por tierra su imagen y la gran temporada realizada. Se ha ganado a pulso que quede un mal recuerdo de él cuando abandone el club. Algo que probablemente sucederá ....aunque no hay ninguna oferta formal sobre la mesa a día de hoy.