PEPE RODRÍGUEZ / GOLSPORT MEDIA Hablar de Maite Ferrer son palabras mayores, La ya expresidenta del Torre Levante ha marcado una época dorada en Orriols y siempre se le va a recordar. Todo lo que ha hecho se ha traducido en resultado positivo para la escuela. Desde la humildad, Maite se ha dejado la piel por el club y ha luchado para que el caché del Torre llegue a altos niveles.

Su cargo en la presidencia lo tomó en la temporada 2012/13. Un año para enmarcar, dado que se consiguió el ascenso ese mismo año a Tercera División. Un logro de consideración. Ese mismo curso, el club de Orriols logró subir los cadetes e infantiles a Liga Autonómica y la línea C a Primera regional. Auténticos éxitos deportivos que se complementaron con una mejora del club a nivel de infraestructura.

Su mandato duro 3 temporadas y la entidad pasó a ser un “club modelo para la Fundación Deportiva Municipal”. Con Maite se ha llegado a crear una estructura de cantera similar a la de cualquier club profesional. Los juveniles se mantienen en División de Honor y Liga Nacional. El Torre ha ganado mucho peso gracias a ella, superando incluso a otras escuelas similares en cuanto a número de equipos.

Con Maite, el Torre también ha ganado peso fuera de la Comunitat Valenciana. Desde otros puntos del país se admira el trabajo de cantera que siguió tras implantarlo anteriormente Salva Suay, ahora en Colombia. Una metodología de trabajo formativa ejemplar. Durante este periplo han salido futbolistas profesionales de Orriols. Tales son los casos de Leuko (Lugo), Cedric (Veria de Grecia), Paulo Gazzaniga (Southampton), Fede Cartabia (Deportivo) o Diego Gregori (Envigado de Colombia).

Además, Maite sacó su faceta más solidaria. Ella formalizó un convenio con la ONG Manos Unidas para la erradicación contra la pobreza y el hambre. La ya expresidenta ha marcado una época y su legado es difícil de igualar. Su compromiso con el Torre fue total. Un ejemplo de responsabilidad, lealtad y amor por los colores de un club.