ELGOLDIGITAL.COM La pelea protagonizada en un conocido bar de Madrid entre los miembros de los Ultra Sur ha provocado una brecha dentro de organización que amenaza con destruir el grupo. Por un lado están los veteranos, socios vinculados a la extrema derecha que en su día aceptaron el código interno del Real Madrid: ni actos violentos ni símbolos que estuvieran prohibidos. A cambio, el club les mantendría en el estadio e incluso les daría algunos privilegios, como fue el permitir la placa a José Mourinho la temporada pasada.

En el otro extremo están los más jóvenes, que acusan a los veteranos de lucrarse con el dinero de la organización. Vioentos y aún más radicales que los clásicos, cuatro de ellos tienen el acceso prohibido después de exhibir banderas nazis en el partido contra el Atlético este año. Partidarios de volver a la senda de la violencia contra las aficiones rivales (sobre contra aficionados vascos, navarros y catalanes), fueron los que provocaron los disturbios del otro día al presentarse en el bar con cuchillos. Una guerra interna que preocupa al Madrid y que va camino de llevarse por delante a los Ultra Sur.