PEPE RODRÍGUEZ / GOLSPORTMEDIA A Florentino y Benítez les crecen los enanos. Una balsa de problemas es lo que se ha convertido el vestuario blanco. Los dos últimos episodios de Benzema mantienen en vilo al presidente y al entrenador madridista.

El delantero madridista se ha convertido en una fuente de problemas y de momento todo pasa por alto. En reiteradas ocasiones le han quitado el carné por exceso de velocidad y ha sufrido dos accidentes de coche. También está involucrado en un supuesto caso de extorsión sexual junto a Vallbuena y, anteriormente, se enfrentó a una pena de tres años de prisión por mantener supuestamente relaciones sexuales con una prostituta menor de edad. La gota que colmó el vaso ocurrió en el Clásico frente al Barcelona. Al jugador no se le ocurrió otra cosa que escupir cuando sonaba el himno francés en memoria de las víctimas del atentado terrorista sufrido en París. Un gesto que ha levantado ampollas. De hecho, la exministra francesa Nadine Morano ha pedido que no vuelvan a llamar al jugador para la selección Francesa.

Benzema trata de quitarle hierro al su último episodio, pero son ya demasiados 'accidentes'. Florentino, preocupado más por tirar balones fuera y defenderse de las críticas de la afición, pasa por alto las actitudes de los pesos pesados del vestuario. Ni se inmutó ante la conversación entre Cristiano y Blanc en la que el luso afirmaba sus deseos por jugar en el PSG ni entra a valorar todo lo que rodea a Karim. A buen seguro que el presidente está inquieto, pero no abre la boca para darle un toque de atención a los 'capos' del equipo. Por su parte, Benítez no ha sacado el látigo y mantiene su confianza en Benzema. Prueba evidente es su titularidad en el Madrid-Barcelona del pasado sábado. Pero a buen seguro que, tanto por la cabeza del presidente y del entrenador, ronda esta pregunta: ¿Qué hacemos con Karim Benzema?.