SERGIO IZQUIERDO/GOLSPORT MEDIA Después de los dos últimas victorias conseguidas por el conjunto blanquinegro, han renovado la moral y la plantilla ya no ve tan se encuentra más cerca de la sexta plaza que da acceso a Europa y no ven tan descabellado el poder alcanzar el objetivo Champions que es la competición por la que debería estar peleando.

Tras los resultados que se dieron el pasado fin de semana en la Liga BBVA, el Valencia C.F. ha empatado con el Sevilla, séptimo clasificado, y con el que se verá las caras el próximo domingo a las 21:00 h. El Levante le echo una mano a su vecino y tras empatar a 0 con la Real Sociedad, ha contribuido para que el Valencia le recorte dos puntos a los donostiarras y se quede a 6 puntos de Europa. Donde también estarán puestas las miradas esta noches será en el estadio de Balaídos, donde Celta y Athletic se verán las caras y en caso de una victoria gallega el Valencia estaría a 12 puntos, es decir a cuatro partidos, del objetivo Champions.

¿Europa League o Champions?

Tras la manita que el conjunto de Juan Antonio Pizzi le endosó el pasado sábado al Betis, quedó confirmado que hay un nuevo Valencia. El equipo ahora si transmite seguridad y confianza, y la plantilla debería comenzar a creer que si siguen manteniendo este nivel de juego y de compromiso, alcanzar la cuarta plaza no se trata de ninguna utopía sino de algo perfectamente plausible.

Esta plantilla está y estaba pensada para volver a disputar la próxima temporada la máxima competición continental, ese era el objetivo. Pero el horrible inicio de competición por parte del conjunto valenciano cuando se encontraba a las órdenes de Miroslav Djukic cambiar rápidamente el rumbo de la temporada, dejando a un lado una hipotética lucha por volver a la Champions y pensar en objetivos más terrenales como la Europa League e incluso pensar en la permanencia.

Pero ahora la situación es completamente distinta. La revolución llevada a cabo por Rufete en el mercado invernal ha comenzado a dar sus frutos de manera inmediata. Se optó por la decisión de mantener sólamente a los jugadores que estuvieran plenamente convencidos de querer volver a llevar al Valencia al lugar que le corresponde, es decir o demuestras día a día que quieres "morir" por este equipo o no puedes estar con nosotros, tan fácil como eso. Por eso mismo no se tuvo en cuenta la calidad de los jugadores, simplemente se valoró la predisciposición de los mismos, los nombres de Banega y Canales son claros ejemplos de futbolistas con muchísima calidad, probablemente de los mejores de la plantilla, pero faltos de compromiso con la entidad.

Todos los nuevos refuerzos, además de subir el nivel de la plantilla, tienen un elemento en común, el compromiso y las ganas de hacer más grande al Valencia. Desde la veteranía de Keita hasta la juventud de Vinicius, todos han llegado dejando claro que para ellos llegar al Valencia es una de las mayores oportunidades de su vida, y estamos hablando en el caso de Keita y Senderos de jugadores que han pasado por algunos de los mejores equipos del mundo, y eso habla por si solo de lo que debe ser este nuevo Valencia y hasta donde puede llegar.

A día de hoy, y teniendo los pies en el suelo, el pensar en alcanzar la cuarta plaza parece un poco atrevido, pero esa es la meta que debe fijarse el Valencia hasta final de temporada. Esta entidad, plantilla y afición se merecen volver a disfrutar de poder ver a su equipo entre los mejores del continente. El cometido no es para nada sencillo, pero pensando en ir partido a partido y con la mirada puesta en esa cuarta plaza, si este equipo se mentaliza que puede lograrlo ya habrá dado un paso de gigante en la vuelta a ser uno de los grandes de Europa.