SERGIO IZQUIERDO/GOLSPORT MEDIA El partido comenzó con un Valencia que planteó un trivote en el centro del campo formado por Javi Fuego, Oriol Romeu y Dani Parejo, el resto del equipo el habitual de los últimos encuentros. No pudo comenzar peor el partido para los de Pizzi, cuando sólo se llevaban 7 minutos de juego disputados, el chileno Alexis Sánchez ponía por delante al Barcelona con una vaselina que con muchísima fortuna entró en la porteria de Diego Alves. 

Otra vez el Valencia recibia un duro golpe a las primeras de cambio y como venía siendo habitual durante toda la temporada, el golpe les hizo mucho daño. El Barcelona literalmente se paseó durante la primera media hora de partido haciendo presagiar una nueva goleada. Pero poco a poco el Valencia comenzó a quitarse de encima el dominio del conjunto blaugrana y poco antes de llegar al descanso, Parejo recupero una pelota en el centro del campo y sin oposición se plantó en el borde del área, pasó la pelota a Feghouli que puso el balón en el punto de penalti y llegando desde atrás el mismo Parejo ponía las tablas en el marcador. Así concluiría la primera mitad.

Algo debió ocurrir en el vesturario valencianista durante el descanso porque los jugadores salieron como un rayo,como si el espiritu de Luis Aragonés se les hubiera aparecido y les hubiera dado uno de sus magistrales discursos motivadores porque haciendo una metáforo cinematográfica parecía que tuvieran la mirada del tigre. 

El Valencia tan solo necesitó tres minutos para adelantarse en el marcador, el cada vez más intocable Pablo Piatti adelantó a los blanquinegros en el 48 con un gol que transmitió más confianza a unos jugadores que parecía que se hubieran cambiado las camisetas con su rival durante el descanso.

Durante toda la segunda parte se vió probablemente a uno de los mejores valencias de toda la temporada. En todo un Camp Nou y con un Barcelona que sabe que no puede aflojar ni un milímetro en liga si no quiere ver como desde la capital de España tanto el Atlético como el Real Madrid pueden quitarle la condición de Liga, el equipo de Juan Antonio Pizzi derrocho una seguridad y una confianza como hacía años que no se le veía.

Pero en un error del colegiado que señaló un inexistente penalti a Ricardo Costa que despejó el balón cláramente con el hombro izquierdo, el Barça equilibró el marcador por mediación de Leo Messi. Pero esta vez el Valencia no se vino abajo al recibir un mazazo y además injusto, pocos minutos después tras una gran jugada de Feghouli que consiguió salir de hasta cuatro jugadores del Barça, puso un pase atrás para que Paco Álcacer adelantará por tercera vez a los valencianistas.

A partir de este momento y cuando todo el mundo esperaba la reacción "culé" y comenzara a encerrar al Valencia en su área, los de Pizzi se comieron el centro del campo blaugrana y siguieron dominando la posesión sobretodo gracias a un espectacular Dani Parejo que parecía que se hubiera convertido en Xavi porque el partido que dió el principe de Coslada es para enseñarselo y decirle que porque no juega así todos los partidos.

Eduardo Vargas tuvo su debut al sustituir a un incansable y bregador Paco Álcacer, al chileno se le vieron las condiciones que se presumían de el, velocidad, lucha, trabajo, pero también mucha calidad. Con el Barcelona completamente roto y con las líneas muy separadas el Valencia tuvo varios contraataques con los que pudo haber sentenciado el encuentro, pero no pudo concretar ninguno.

El partido se le terminó de poner de cara al Valencia cuando Jordi Alba al cortar de forma muy clara una contra valencianista y vió la segunda amarilla. Esta situación no cambió demasiado el devenir del encuentro, el Valencia jugaba tal vez un poco más cómodo pero no se sentía asediado por el club azulgrana aunque en el tiempo añadido pudieron haber empatado el partido después de una jugada típica del Barcelona en la que Messi cruzó el balón y Diego Alves lo rozó en cuanto a penas y salío por la línea de fondo.

Esta es más que una victoria para los valencianistas. Los de Pizzi necesitaban ganar en un campo de esta magnitud para volver a coger esa confianza que tanto necesitan para comenzar la escala hacia los puestos europeos. Algo está cambiando en este Valencia.