domingo 06 octubre 2024
El Consell intenta reducir la tensión sobre la venta del Valencia tras el órdago de Salvo 28/01/2014
JUAN CARLOS VALLDECABRES/LASPROVINCIAS.ES Tres días después del órdago lanzado por Amadeo Salvo en Mestalla ante sus incondicionales, la Generalitat movió ficha. El presidente del club, así como el máximo representante de la Fundación, Aurelio Martínez, acudieron ayer a la sede del Instituto Valenciano de Finanzas para escuchar de boca del conseller Juan Carlos Moragues cómo sentó el discurso en el seno del Gobierno valenciano. Lo que unos interpretaron como un pequeño tirón de orejas del político hacia Salvo, otros lo enfocaron desde un prisma más rebajado, que tuvo como objeto común el conseguir lo mejor para el Valencia del futuro.
Allí, en presencia también del director del IVF, Enrique Montes, el titular de Hacienda expuso a Salvo su deseo de apaciguar en la medida de lo posible los ánimos, caldeados después del ataque desaforado lanzado por el dirigente el pasado viernes. Hay que recordar que en ese discurso, el presidente arremetió con dureza contra Bankia, también contra KPMG e instó a la Generalitat a que tomara partido de una forma mucho más activa, para asegurar que la venta del Valencia se adecuara no sólo a las exigencias de transparencia sino especialmente a la supervisión de la Fundación, con voz y voto al respecto.
Que no sentaron bien las palabras de Salvo en el banco, ni tampoco en la firma auditora, es algo que queda fuera de toda duda. En un primer término, la Generalitat respondió el mismo sábado deslizando un mensaje con cierta timidez. Ayer, el paso dado por Moragues va un poco más allá. Sólo el hecho de que citase a última hora de la tarde a Salvo y a Aurelio Martínez ya se puede interpretar como algo de mayor calado.
La Generalitat, que unas veces se declara totalmente ajena a este proceso pero que aparece en cada reunión que hay entre Valencia, Bankia y la Fundación, insiste en que lo ideal es «suavizar las posturas» de unos y de otros. La tensión es evidente que ha ido creciendo. Pero el club tiene claro que posee la fuerza popular y ayer volvió a dejar claro al conseller que será la junta general la que decida en último término qué se va a hacer. De momento, las únicas voces que se han expresado con cierta crudeza son las de los responsables del club y la Fundación.
Salvo, al respecto, ha sido mucho más vehemente que Aurelio Martínez. Ambos, eso sí, coinciden en señalar que el patronato debe estar presente en todo el proceso de cocción, cuestión que el banco ha ignorado. Desde Bankia, dicho sea de paso, no ha habido ningún pronunciamiento a la asamblea del viernes, ni oficial ni extraoficial.
El banco no ha dicho nada, aunque es probable que haya activado alguna tecla para evitar que se le escape de las manos la situación. De KPMG tampoco se conoce reacción, aunque ayer curiosamente el director de la empresa estuvo en Valencia. Fuentes consultadas señalaron que la visita de este alto ejecutivo de la auditora (que lleva el ERE de RTVV) no tiene nada que ver con el proceso de venta del club
Desde la Fundación y al margen de que siempre se haya considerado la refinanciación como la mejor vía, se ha apostado por la vía del consenso. El patronato quiere participar en la elección de candidatos y escoger lo que considere más beneficioso para el Valencia. Al fin y al cabo, es más o menos lo que vino a decir Salvo pero con menos estridencias. El presidente del Valencia recordó a Bankia que la Fundación se podía negar a vender los títulos, algo que retrasaría todo el proceso.
Ayer, en esta cita políticamente correcta, la Generalitat reiteró que no pierde de vista las necesidades del club. Una cosa es que se solucione de alguna manera el crédito con Bankia y otra que no se tenga en cuenta el proyecto deportivo, cuestiones que ya han quedado expuestas más de una vez. Tras la reunión, la versión ofrecida por el Consell es que se hizo especial hincapié en que el proceso se desarrolle con «la mayor naturalidad posible».
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