LAURA PEÑA / GOLSPORT CASTELLÓN: No hay tiempo para lamentaciones, los ‘orelluts’ deberán seguir peleando el próximo jueves si quieren mantenerse vivos en su lucha por el ascenso a la categoría de plata del fútbol español. La pena máxima castigó a un Castellón que mereció más, pero que no pudo ante un Logroñés que supo mantener el ritmo hasta el último penalti. Los de Sergio Rodríguez consiguieron hacer una buena lectura del partido hasta conseguir arrebatarles la victoria a los castellonenses en el minuto 83.

Noventa minutos separaban a los albinegros de Segunda División, noventa minutos en los que Óscar Cano lo tuvo claro y decidió apostar por su once de confianza: Álvaro Campos bajo palos; Muguruza y Satrústegui en los laterales, Lapeña y Gálvez en el centro de la zaga; Jorge Fernández y Víctor en los extremos, acompañados de Rubén Díez y Carles Salvado en el medio del campo y en punta de ataque, César Díaz y Juanto Ortuño. Por su parte, el conjunto riojano salió con todo: Miño en portería; defensa de cuatro formada por Iago, Zabaco, César e Iñaki; en el medio del campo Ñoño, Andy y Sierra y en la delantera Zelu, Ander y Olaetxea.

Sin margen de error, los albinegros saltaron sobre el verde con fuerza, haciéndose con la posesión del esférico desde el inicio y dominando en campo contrario. Pese al gran trabajo de los castellonenses, la primera llegada peligrosa la tuvo Ander, cuando solo ante el portero obligó a Álvaro Campos a realizar una gran parada y evitar el primero del partido. Minutos más tarde llegaba la respuesta del Castellón. Víctor centró el saque de córner en busca del segundo palo donde Lapeña no lo dudó y remató de cabeza el esférico hasta encajarlo al interior de la red. Un tanto que permitió recordar el gol de Colomer que firmó el ascenso a Segunda División B hace dos temporadas.

Con el marcador a favor y a un paso de firmar el ascenso, los nervios jugaron una mala pasada a un Castellón que se cerró a defender y a intentar evitar que el Logroñés recuperara la igualdad en el marcador. Los riojanos recuperaron la posesión y protagonizaron las jugadas más claras, hasta que la entrada de Muguruza devolvió la esperanza sobre el verde. A falta de siete minutos para cumplir con el tiempo reglamentario, el error del Castellón premió al Logroñés con un penalti que Andy convirtió desde los once metros. Sin tiempo para reacciones y con la expulsión de Ousama en la recta finall que dejaba a los riojanos con un jugador menos sobre el verde, la prórroga llegaba al Estadio de la Rosaleda.

Los últimos 30 minutos se afrontaron con papeles cambiados. Al Castellón le faltó juego directo para defender unos últimos minutos en los que dejó escapar la victoria y, con ella, el ascenso ante un Logroñés que se cerró atrás encaminándose a la tanda de penaltis final y decisiva.

Con todo por decidir, Muguruza se convirtió en el primer lanzador, que con decisión y seguridad anotó el primero de los castellonenses, al que Gorka Pérez respondió con creces y no perdonó el empate. Íñigo Muñoz fue el segundo de los ‘orelluts’ que, sin dudarlo, encajó desde los once metros. Por parte de los riojanos, Iñaki no falló y recuperó la igualdad. Los nervios volvieron a jugar una mala pasada a los castellonenses y Rubén Díez terminó enviando el tercer lanzamiento sobrepasando el larguero, obligando a fallar al Logroñés, que eligió a Andy, autor del primer penalti, para que anotara el tercero. Gálvez perdonó una oportunidad de oro que terminó frenando Miño para dejar, un paso más cerca, al Logroñés de Segunda. Álvaro Campos lo tenía claro y sin dudarlo paró el tiro de Petcoff. Con la última carta sobre la mesa, César se convertía en el hombre decisivo, un gol permitía mantener vivo al Castellón en la final, pero el guardameta del conjunto riojano evitó que el manchego devolviera la ilusión a los ‘orelluts’.

Una tanda de penaltis sin suerte que determina el ascenso directo de la UD Logroñés a Segunda División y que dejará al Castellón con una segunda oportunidad para volver a la élite del fútbol español. Los de Óscar Cano tendrán el jueves un partido importantísimo que deberán ganar para enfrentarse a la última final.