PEPE RODRÍGUEZ / GOLSPORTMEDIA El 'caso' Sergi Guardiola levanta ampollas. En muchos clubes le han visto las orejas al lobo. Los comentarios de futbolistas en redes sociales trascienden de inmediato a la luz pública y ello supone un perjuicio para la imagen de una entidad deportiva. Sobretodo, cuando los twits que se lanzan tienen carácter negativo mostrando una posición definida en temas base de la sociedad como el deporte, el sexo o la política. Aquí traspasó la frontera el jugador murciano y ello le ha privado de aterrizar en el Nou Camp. El mundo del balompié ha recibido la noticia como una seria advertencia y algunos clubes ya van a tomar medidas para que a sus futbolistas no se les vayan las manos tecleando en sus cuentas de facebook y twitter.

 

Los comentarios de Guardiola en su twitter, donde afirmaba ser madridista y anticatalanista, corrieron como la pólvora y el Barcelona, horas después de ficharlo para su filial, rescindió su contrato consciente de que ni era buen ejemplo ni beneficiaba a la imagen de una entidad como la azulgrana. El delantero de Jumilla derribó la barrera y ni Piqué, el jugador más criticado por sus twits, ha llegado a su altura. Guardiola ha ganado peso mediático al ocupar portadas y páginas dobles en periódicos de tirada nacional, pero ha perdido el tren de su vida en el mundo del balompié. Sus críticas a Messi fueron otra de sus perlas.

 

Las redes sociales son un problema. Villarreal y Ahtletic de Bilbao, dos clubes de solera, han tomado cartas en el asunto y van a elaborar un manual que los futbolistas tendrán a su disposición. Todo jugador se verá en la obligación de realizar un uso correcto de las redes sociales. Los clubes les prohibirán hacer comentarios susceptivos de originar polémica y con la sanción pertinente al que se salte la norma. A buen seguro que ni el Submarino amarillo ni el club que preside Josu Urrutia serán los únicos que limiten el uso del Facebook y Twitter a sus jugadores. Verse afectado en un caso como el de Sergi Guardiola o en una polémica de las que genera Piqué (enfrentamientos con Granero, Guti, ataques al Madrid, comentarios a favor de la independencia de Catalunya etc.) es un riesgo perjudicial como imagen y marca para una entidad deportiva. Un mal ejemplo en toda regla.

 

Deportivamente, la progresión de Sergi Guardiola estaba siendo meteórica. Un futbolista de recorrido en la Comunitat Valenciana y que destacaba en Segunda B. Tras sus respectivos pasos por La Nucía, Ontinyent, Novelda y Hércules, el ariete murciano anotó el pasado ejercicio 17 goles con el Eldense. Ello le abrió las puertas del Alcorcón para lucirse en la categoría de plata. De ahí, iba para la Ciudad Condal hasta que la mano se le fue escribiendo....