domingo 06 octubre 2024
Bankia y el Consell afirman que habrá un acuerdo sobre la fundación esta semana

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Bankia y el Consell afirman que habrá un acuerdo sobre la fundación esta semana

20/11/2013
JOSE MOLINS/LAS PROVINCIAS La Fundación del Valencia representa un problema para la Generalitat y Bankia que necesita una rápida solución. El auto que el pasado viernes hizo público el TSJ desbloquea la situación y devuelve al Consell la condición de avalista del crédito con el que el dueño del club compró las acciones en la ampliación de capital.
 
Las consecuencias no se han hecho esperar y ayer por primera vez, los líderes del Gobierno valenciano y de la entidad bancaria mantuvieron un encuentro por este motivo. Ambas partes están convencidas de que durante esta semana se llegará a un acuerdo que solucione el callejón sin salida en el que está metido el máximo accionista del club de Mestalla.
 
Hasta ahora, Bankia había usado como interlocutores a sus directores de riesgos y recuperaciones, como hace con cualquier otra operación del banco. Esta es la primera ocasión en que José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad, toma las riendas de forma personal y se reúne con Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, para abordar el espinoso asunto del Valencia. Fue aprovechando una entrega de viviendas sociales en la capital del Turia, antes de la cual hablaron de que se tenía que poner fin al problema. Y lo más rápido posible.
El auto del TSJ abre las puertas a trabajar para una solución, ya que hasta el viernes pasado no estaba claro si el aval que daba la responsabilidad al Consell era válido o no, y por tanto el club estaba en manos de Bankia. Ahora jurídicamente hay una posición clara que permite trabajar «conjuntamente», como aclararon ayer ambos presidentes, en una negociación en la que también deberá estar la tercera pata, la Fundación del Valencia.
El dueño del club pide que se refinancie su deuda de 81 millones de euros con la entidad bancaria para los próximos 15 años con tres de carencia, rebajando además el tipo de interés. Actualmente está firmado un 6%, y el organismo reclama que baje al 3%, lo que haría asumibles los pagos anuales de intereses, que pasarían a ser de 2,7 millones, frente a los 4,8 de ahora y que no han podido saldar. Un acuerdo que Aurelio Martínez considera bueno para las tres partes. La Fundación podrá pagar por sí misma su deuda y aplaza el problema, la Generalitat no deberá obligar a los valencianos a pagar lo que deben los valencianistas y Bankia se asegura que cobrará intereses durante más tiempo, a la vez que reduce riesgo a la operación.
 
Fabra y Goirigolzarri ni confirmaron ni desmintieron ayer que la solución pase por esa refinanciación, pero sí mostraron voluntad de negociar y de alcanzar un acuerdo esta semana. «Hemos estado reunidos para tratar el tema del Valencia, vamos a estar analizando en los próximos días a ver cuáles son las diferentes alternativas y esperemos que aproximadamente a final de semana ya podamos tener alguna idea clara», señaló el presidente del Consell tras el encuentro.
 
Priorizar lo fundamental
 
«Nosotros somos avalistas de nuevo, vamos a trabajar conjuntamente con Bankia para encontrar la mejor solución y que satisfaga a todas las partes, tanto a Bankia, a la Generalitat y por supuesto al Valencia», comentó Fabra. Aunque fue taxativo: «La Generalitat no está para avalar a equipos de fútbol ni está para pagar intereses de un club de fútbol. Estamos priorizando aquellas cuestiones que son fundamentales para los ciudadanos, que en ningún caso entra avalar a un equipo de fútbol. Y en la Comunitat Valenciana tenemos unos cuantos».
 
El presidente del Consell pidió «comprensión, sensibilidad y profesionalidad» a Bankia en la negociación, ante la que reconoció que han estado estos meses pasándose «la pelota», precisamente por esa indefinición que impedía saber con exactitud si el Consell era avalista o no. Goirigolzarri, quien por tanto ha asumido directamente la situación de la Fundación, incidió en que será fundamental tener celeridad. «Es muy importante encontrar esas soluciones que sean lo más rápido y lo más estable posible», aseguró.
 
El dirigente de la entidad bancaria se escudó en que no habla de las operaciones que llevan a cabo sus clientes para evitar referirse a los detalles de la posible solución que se plantea. «En el momento y la situación actual lo que tenemos que hacer es trabajar, y todas las alternativas están abiertas. Debemos analizarlas con gran profesionalidad, y en base a eso se tomarán las decisiones», puntualizó.
 
Paralelamente, tras la llegada de Aurelio Martínez y el nuevo patronato, la Fundación ha logrado fórmulas para generar recursos económicos que le permitan pagar, al menos, una parte de los intereses, como ocurrió en agosto, cuando abonaron 1,2 millones de euros. El organismo firmó un convenio con el club por el que se beneficiaba de los campus y escuelas deportivas, lo que le permite tener liquidez.
 
Y eso lo destacó Fabra. «La Fundación está trabajando para conseguir que los gastos del aval puedan ser sufragados por los ingresos propios», indicó. El presidente de la Generalitat, sin embargo, dejó claro que la solución tiene que ser global y que integre al club y al dueño. «Estamos trabajando conjuntamente también con el Valencia, para que al final sea el propio club, a través de la Fundación, quien pueda hacerse cargo de esos intereses», señaló. Tanto Aurelio Martínez como Amadeo Salvo están buscando desde hace meses una fórmula para lograr ese camino, pero siempre que consiga eludir la asistencia financiera que prohíbe la ley y que ata de pies y manos ahora mismo para poner fin al problema.
 
Lo cierto es que tras el auto del TSJ el caso vuelve a su inicio. «Ahora se abre una nueva línea de posibilidades, nos hemos comprometido a trabajar, buscar todas las alternativas, sabiendo cuáles son las necesidades de la Generalitat y luego los intereses que tiene Bankia, que también son lógicos, porque es una entidad financiera y lo que quiere es cobrar», comentó Fabra.
 
Goirigolzarri definió la situación como «nuevo entorno jurídico» y aseguró que todas las partes están encaminadas a lograr «soluciones que sean positivas y buenas tanto para el Valencia, como para la Generalitat, como para Bankia». Dentro de la «magnífica relación a nivel personal» que aseguró el presidente de Bankia que mantiene con Fabra, el dirigente explicó que cada parte siempre busca «defender sus intereses, desde el punto de vista jurídico o procesal».
 
Así pues, el proceso empieza desde cero. Es decir, la sentencia de la juez Laura Alabau, cuyo fallo invalidó en marzo el aval del Consell a la Fundación y comenzó el pulso entre la Generalitat y Bankia, quedó anulada por un defecto formal. Además de la entidad bancaria, el Valencia y la Fundación son las grandes beneficiadas. El auto le quita incertidumbre a la situación y ahora, cuando un inversor pregunte por el Valencia, se encontrará con respuestas claras. Se sabe de quién son las acciones y la propiedad del club, y no como antes, donde el proceso judicial nublaba la situación y ahuyentaba a la gente.
 
Bankia debe decidir
 
Pero el balón sigue estando en el tejado de Bankia. La entidad quiere una solución exprés, pero todo pasa porque acepte esa refinanciación con la que sueña el Valencia. El otro camino que queda es ejecutar los 4,2 millones aún pendientes de pago correspondientes a los intereses de este año, las comisiones y la penalización de demora de 2012.
 
La otra vía, mucho más drástica y que, por lo visto en la reunión de buenas intenciones de ayer, se podría descartar, es declarar incumplido el crédito, reclamando los casi 100 millones que suman el crédito principal mas los intereses, lo que obligaría al Consell a convertirse en propietario del club.
Por eso, la Fundación da por hecho que la refinanciación será el camino elegido. Ya hay un plan establecido, por lo que sería rápido, y contentaría a todas las partes, los dos requisitos que explicaron ayer Fabra y Goirigolzarri.
 
Aurelio Martínez tiene elaborado un plan de viabilidad que prevé ingresar 4,3 millones durante los tres primeros años, en los que habría carencia y por tanto sólo se tienen que pagar los intereses. Y seis millones a partir del cuarto año, cuando concluya ese periodo de carencia. A partir de entonces, ya en 2017, la Fundación entiende que ya sería capaz de generar los ingresos suficientes para poder hacer frente a la amortización de capital para pagar su deuda.
 
Hay que recordar que en agosto del próximo año, con las condiciones que actualmente hay firmadas, la Fundación debe abonar el primer plazo de capital, de 40,5 millones de euros, una situación imposible que se evitaría con la refinanciación. Y es que la Generalitat ya ha tenido que salvar a la Fundación, como ocurrió en 2012, cuando se vio en la encrucijada de pagar los 4,8 millones de euros correspondientes a los intereses, una situación que nadie quiere que se repita y para ello van a poner los medios.


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