El Real Madrid completó su semana mágica. Dos victorias que dieron mucho qué hablar. Las ayudas arbitrales han empezado demasiado pronto. Un alivio para Benítez. Shakhtar Donetsk y Granada han sido las primeras víctimas. Ambos compitieron sin complejos en el Bernabéu con estilos parejos: sin encerrarse, buscando el balón y apretando al Madrid en su área en determinadas fases.

El 4-0 de la Champions es engañoso a todas luces. El colegiado Iván Bebek se inventó un penalti por unas manos inexistentes de Rakitskiy. Cristiano no perdonó y con esa 'ayuda' el camino hacia los tres primeros puntos en la fase de grupos estaba labrado. Minutos antes, Stepanenko fue expulsado. Un partido emocionante que se convirtió finalmente en un suplicio para los ucranianos, a los que les cortaron las alas justo cuando apretaban a Keylor Navas.

El no va a más ocurrió el pasado sábado ante el Granada. El colegiado no se conformó con dar validez al tanto de Benzema en el que Isco estaba en posición ilegal. Por si fuera poco, un auténtico golazo de El Arabi no subió al marcador. “Mi gol era legal. No había fuera de juego”, indicó el delantero del Granada.

Sandoval reventó en la sala de prensa

El entrenador del Granada no se mordió la lengua ante los micrófonos. Un twitt lanzado por la web oficial del Real Madrid en el que incitaba a apostar la cantidad de goles que encajaría el conjunto nazarí desató la indignación por parte del técnico.”El Madrid nos ha faltado al respeto. No se nos puede subestimar de esa manera. Hicimos un partido muy serio y les pusimos en problemas. Ellos acabaron en su área”, indicó. Una acción que denota a las claras que la cortesía y el respeto (valores claves en el deporte) no existen en el diccionario merengue. Ganar a cualquier precio. Así gana el Madrid.